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viernes, 9 de octubre de 2015

Conocimiento del poder de Dios


EFECTOS DE LA ADORACIÓN 

Conocimiento del poder de Dios





 

Reflexión

 

   Uno de los atributos de Dios que menos nos cuesta confesar es su omnipotencia.

Creemos que él es todopoderoso, aunque luego nos cueste más confesar esta fe cuando se trata de intervenciones en nuestro favor, sobre todo en situaciones difíciles. Mantenemos nuestra creencia, pero nos cuesta hacerla vida, darle cuerpo en las situaciones de la vida.

De hecho toda la creación nos habla del poder de Dios y nos lleva a confesar con el profeta: “Él es quien hizo la tierra con su poder, el que fundó el orbe con su saber, y con su inteligencia expandió los cielos” (Jr 51,15).

   

Cuando adoramos a Dios, cualquiera de sus atributos es motivo suficiente para adorarle.

Si somos capaces de escapar a la influencia de la rutina y la superficialidad que nos rodea, será menos difícil tomar conciencia de su infinito poder actuando en el cosmos, por ejemplo; y tendremos que rendirnos ante él y admitir que el Señor “se sienta como rey eterno” (Sal 29,10); o decirle con el salmista: “La tierra entera se postra ante ti  y canta para ti, canta en tu honor” (Sal 66,4). Y así podremos avanzar hasta la expresión más profunda de reconocimiento de Dios por medio de la adoración según la invitación del salmista: “Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,  ¡tiemble ante su rostro toda la tierra! “ (Sal 96,9).

    

Ahora bien, cuando el hombre se postra en adoración empujado por la presencia de Dios que de tantos modos puede hacerse patente en la creación, se produce también un efecto en sentido contrario, ya que el Señor sale también al encuentro del adorador y puede darle conciencia del misterio que le ha llevado a postrarse ante él –en este caso el de su omnipotencia- y darle conocimiento, en el espíritu , de lo que su mente no puede comprender.

Algo así pudo sucederle al salmista cuando dijo: “Cantad a Dios, reinos de la tierra, salmodiad para el Señor, para el que cabalga los cielos, los antiguos cielos [...] Reconoced el poderío de Dios. Sobre Israel su exaltación, su poder en las nubes” (Sal 68,33-35).

   

Dando un paso más en la visión de esta realidad, los cristianos tocamos de cerca ese poder infinito por nuestra relación con Cristo, porque “el Padre ama al Hijo y ha puesto todo en su mano” (Jn 3,35).

En el momento crucial de su despedida el Maestro volvió a recordarles su poder cuando afirmó: “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra” (Mt 28,18).

Y casi a continuación les dijo algo relacionado con la frase anterior: “Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28,20). ¡El Señor presente y con su poder por siempre!

Tomar conciencia de esta realidad nos lleva a reaccionar, por lo menos en espíritu y desde la fe, como Juan ante el Señor que le dice: “Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, ‘Aquel que es, que era y que va a venir’, el Todopoderoso” (Ap 1,8). Y entonces Juan cayó a sus pies como muerto (Ap 1,17), mientras el Señor se reafirmaba diciendo: “Tengo las llaves de la Muerte y del Hades” (Ap 1,18).

    

Cuando adoramos al Señor necesitamos tomar conciencia de estas realidades ante las que nos encontramos y creer que él nos envuelve con su poder y su gloria que, si ahora nos resultan invisibles, no por eso dejan de ser reales y nos llevan a identificarnos con “toda criatura, del cielo, de la tierra, de debajo de la tierra y del mar” (Ap 5,12) y decir con ellas: “Al que está sentado en el trono y al  Cordero, alabanza, honor, gloria y potencia por los siglos de los siglos”  (Ap 5,13).

 

Testimonios – Palabra profética

 

         Visión durante la adoración: Un grupo de adoradores postrados ante el Señor y rodeados de ángeles. Se les despoja de las vestiduras viejas que llevan.

Su presencia desentona al principio, pero luego son envueltos en santidad.

Se les ha colocado en las manos un arpa que no saben tocar, pero a medida que permanecen en la adoración, se les va capacitando para tocarla con una gran destreza, hasta el punto de que su música no se distingue de la que suena por mano de los ángeles. Palabra: Si permanecéis  fieles a la adoración y vivís en santidad, seréis capaces de realizar prodigios que a vosotros mismos os asombrarán. Todo es posible por medio de la adoración.

        Palabra durante la adoración: Seguid postrados ante mí, aquí dejáis de ser vosotros, aquí os hago invencibles frente al enemigo, aquí os revisto de mi poder, aquí os santifico.

Si el mundo entendiera la adoración...

Si mis hijos supieran lo que significa estar postrados ante mí, cuántas naderías dejarían de hacer para ocupar este lugar privilegiado de santidad. ¡Alegraos! Dichosos sois vosotros porque os lo he dado a conocer.


 

 

2 comentarios:

  1. Palabra durante la adoración: Seguid postrados ante mí, aquí dejáis de ser vosotros, aquí os hago invencibles frente al enemigo, aquí os revisto de mi poder, aquí os santifico. Si el mundo entendiera la adoración... Si mis hijos supieran lo que significa estar postrados ante mí, cuántas naderías dejarían de hacer para ocupar este lugar privilegiado de santidad. ¡Alegraos! Dichosos sois vosotros porque os lo he dado a conocer.

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  2. Si el mundo entendiera la adoración...

    Si mis hijos supieran lo que significa estar postrados ante mí, cuántas naderías dejarían de hacer para ocupar este lugar privilegiado de santidad. ¡Alegraos! Dichosos sois vosotros porque os lo he dado a conocer.

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