La Fe
Fe no es un esfuerzo de la imaginación, sino la convicción de creer lo
que Dios nos ha hablado a través de su palabra
I. LA FE ES ESENCIAL PARA LA SALVACIÓN.
Juan 3:16-17
El gran deseo de Dios es salvar al hombre pecador. No tiene ningún placer
en la condenación del impío, pero para poderle bendecir tiene que creer en
Cristo Jesús.
Romanos 1,16-17
El evangelio de Cristo es poderoso para salvar al pecador pero
únicamente si tiene fe. El sistema que tiene Dios para justificar (declarar
inocente) al injusto empieza y termina con la fe. Sin ella no se recibe ninguna
bendición de Dios.
Gálatas 3,26
Sin la fe nadie puede ser hijo de Dios.
Efesios 2,8,9
La fe es el medio principal por el cual la gracia de Dios llega al
corazón humano. El don de Dios tiene que ser aceptado, y la fe es la manera
bíblica de aceptar la gracia de Dios.
II. LA FE TIENE QUE SER BASADA EN LA PALABRA DE DIOS.
A) Romanos 10,14
Muchas personas tienen fe que Dios les va a bendecir y salvar
eternamente, pero la basan sencillamente en sus propias ideas, no en promesas
ni enseñanzas bíblicas.
La fe verdadera, la que Dios reconoce y bendice se basa en la Biblia.
Es la confianza en las promesas de Dios y la obediencia a los mandamientos de
Dios.
Hechos 4:4, 15,7, 17,11-12
En todos los casos de conversión señalados en Hechos, se ve claramente
que llegaron a creer por haber escuchado el mensaje de Dios. Si usted quiere
tener fe, tiene que ser por este medio, no por sueños, ni visiones, ni por
experiencias, sino por la Palabra de Dios directamente.
Juan 20,30-31
Ya no necesitamos ver milagros para creer. Los que están escritos en la
Biblia bastan para tener fe en Jesús y por ella alcanzar la vida en El. ¿Que
más podemos desear?.
III. ¿EN QUE DEBEMOS TENER FE?
I Corintios 2,2-5
En el poder de Dios. El nos salva.
Hebreos 11,6
En la bondad de Dios. Cumple sus promesas siempre.
Romanos 3,24-25
En la sangre de Cristo. Ella limpia el alma. Miles de buenas obras no
lo pueden hacer. Ella es la base de nuestra redención de la esclavitud
espiritual.
Marcos 16,15-16
En el evangelio: Las buenas nuevas de Jesucristo: Su muerte, sepultura
y resurrección para nuestra salvación. (I Corintios 15,1-4).
Juan 12,44-50
En la palabra de Cristo, y así mismo en Cristo. No debemos creer en
ningún hombre ni grupo de hombres.
No debemos basar nuestra fe en lo que algún
predicador nos dice ni en los estatutos, credos ni tradiciones de alguna
iglesia sino en lo que el Salvador nos dice en la Biblia.
II Tesalonicenses 2,11-1
En la verdad. Si nosotros no creemos en la verdad revelada en la Biblia
sino que exigimos otras evidencias o pruebas para confiar en Cristo, nos
estamos exponiendo al peligro del engaño y de creer la mentira.
I Juan 4,1-6
En el mensaje de todo predicador SIEMPRE Y CUANDO esté de acuerdo con
las enseñanza de los apóstoles de Cristo Jesús. De tal manera tal predicador o
profeta del mensajero de Satanás y tiene el espíritu del error.
IV. NUESTRA FE TIENE QUE SER UNA FE VIVA.
Santiago 2,14-26
La fe que no obedece es una fe MUERTA que no sirve para alcanzar la
salvación. Esta fe inactiva y desobediente es la misma que tienen loa demonios.
La fe BÍBLICA NO es sencillamente aceptar o afirmar ciertas verdades, es
OBEDECER éstas verdades de corazón. La fe es la CONFIANZA en las promesas de
DIOS y la OBEDIENCIA a los mandamientos de Dios.
I Corintios 13,2; Gálatas 5,6
Es la fe que OBRA por AMOR que tiene valor para Dios.
Hebreos
Todos los hombres demostraron su fe, por medio de sus obras. Mientras
su fe no valla mas allá de decir: "Acepto a Cristo, como único y
suficiente salvador" ; no le ayuda para salvación de su alma, porque la
fe, tiene que manifestarse en el arrepentimiento, la confesión pública de ella
y el bautismo en Cristo para que sea salvo por medio de la fe. Sin la fe todo
esto no vale nada.
Pero sin éstas expresiones de una fe VIVA la fe no vale nada
tampoco.
CONCLUSIÓN:
¿Tiene usted fe?
¿En que basa su fe?
¿En que tiene fe?
¿Que clase de fe tiene usted? ¿Viva? o ¿Muerta?
El evangelio de Cristo es poderoso para salvar al pecador pero únicamente si tiene fe. El sistema que tiene Dios para justificar (declarar inocente) al injusto empieza y termina con la fe. Sin ella no se recibe ninguna bendición de Dios.
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