Entradas populares

miércoles, 7 de octubre de 2015

EN PLENA SINTONIA CON LA ENCICLICA DEL PAPA ALABADO SEAS

ver video
 
 https://youtu.be/tkVdqWspUf8

COMENTARIOS VARIADOS AL VIDEO

IMPRESIONANTE AUNQUE YA SABEMOS TODO ESTO .. COMO LO EXPONEN ACÁ UNA POR UNA... UFFFF! DA MIEDO NO LE IMPORTA NADA AL SER HUMANO SUBIR TENER ACOSTA DE DESTRUIR DE POSEER PISAR DESTRUIR LO QUE SE LE PONGA ENFRENTE. UPSSSSSS ! SEAMOS UN GRANITO DE ARENA POR SER MEJOR ACÁ EN LA TIERRA 

Busquen al Señor Jesucristo, en El es donde único hay Salvación, el se sacrificó por todos, para que todo el que ponga su fè en EL sea salvado. Búsquenlo ahora cada día que pasa se reduce la oportunidad. Háganlo Ahora!!

En el mundo actual en que vivimos se necesita un cambio desde nuestro interior.

No vuelvo a tirar ninguna basura en el suelo no vuelvo a desgastar el agua no vuelvo a ser racista y muchas cosas mas quiero vivir la vida quiero ayudar no quiero el premio nobel quiero que todas las naciones sean amigos quiero que nadie sufra quiero ser libre

ESTE VIDEO MUESTRA EN QUÉ MUNDO VIVIMOS REALMENTE, NOS SEÑALA LA AMENAZA INMINENTE Y, SOBRE TODO, LA DESHUMANICZACIÓN. El video es un poco largo y subtitulado en español, pero vale la pena verlo para tomar conciencia de la realidad que nos rodea y que tomamos como normal. 

Estoy completamente de acuerdo con este video, y creo que muchos lo estarán, pero cuanto hacen todos por vivir y disfrutar lo poco que les queda

Que bonito aunque en el minuto 7.31 dice usemos la pantalla para unirnos. y habla de q no aleja. el punto esta es que no estamos destruyendo a nosotros mismo si no también a otras especies.! para que este mundo acabe todos los lideres del mundo en especial las grandes potencia mundial deberían ser seres ecológicos amante de las naturaleza.

creo que se pierde tiempo en guerras y en autodestrucción de la vida humana nuestra guerra quizás este en el espacio. el universo es grande cada estrella es un sistema solar quizás hayan mas planetas con seres razonables porque nosotros los humanos creo que no lo somos.! somos seres destructivos

 

Al menos visualmente es una maravilla; hubo momentos que me hicieron casi llorar.

 

Por lo demás, creo que es bastante pretencioso y simplista, al considerar que sólo un puñado de humanos ponen en peligro al planeta, además de que tal parece que no se tiene conciencia de que hoy es el resultado de todo un proceso que viene desde antes de que nuestra especie tocara la faz de esta enorme roca viviente, por lo que todo ser humano, sea rico, sea pobre, tiene responsabilidad en lo que está aconteciendo.

 
¿Qué acaso los pobres de ahora son menos pasionales que los ricos?, ¿si quitáramos a todos los ricos del poder, mejoraría la situación de nuestro planeta?
 
Obvio que no; los nuevos que llegaran a remplazarlos, por muy nobles que sean sus ideales y motivos, tarde o temprano sucumbirían a los exquisitos y sofisticados privilegios del Poder; no olvidemos la enorme experiencia que nuestra historia nos ha legado: el humano ha sido, es y será el depredador más voraz de este planeta.
 
Ya basta de cursilerías bobas al estilo hollywood.
 
Mientras no aceptemos que somos una especie irracional y todo lo que ello ha implicado, seguiremos cavando la fosa de nuestro eterno descanso.
 
Nosotros, los Humanos, somos y seremos un eterno proceso que nunca concluye, hasta que topamos con la muerte, de ahí que siempre la temamos.
 
Recuerdo que un sabio jesuita mencionó alguna vez: el mundo está bien tal como está.
 
En un principio me escandalicé al estilo hollywood pero ahora he comprendido que en verdad tenía razón.
 
No hay que olvidar que a pesar de nuestra gloria cientifico- tecnológica el Humano no puede ni podrá por muchísimo tiempo, y tal vez nunca, trascender uno de los componentes intrínsecos de la vida: El dolor o sufrimiento.
 
De ahí, como atinadamente lo señaló el vídeo, la búsqueda implacable de la Felicidad y también de la Paz.
 
En la Vida no hay buenos ni malos a ultranza, más bien hay personas de diferentes sistemas ideológicos que entran en dialéctica unos con otros, creando la ilusión de bien (estás a mi favor) y mal (estás en mi contra), aunado todo esto, entre otros muchos factores, a las leyes naturales de causa y efecto que gobiernan nuestros actos tanto materiales como ideológicos; dando como resultado un mundo atascado de contradicciones de todo tipo: La Maestra Vida.
 
En verdad que la Existencia ( La Maestra Vida) es mucho más compleja y fascinante que lo que pretende este video.
      
Esto lo tienen que ver todos los niños y adolescentes, siendo el futuro de la humanidad, crecerán sabiendo que hacer con sus vidas, y como impedir que otros las manejen..
Es perfecto este video detallando nuestra realidad actual, pero es la falta de un camino mejor lo que crea generaciones de borregos, la gente no puede escoger si no tiene opciones claras, la religión es muy abstracta y no se basa en nuestra diaria realidad moderna, se basa en la realidad de alguien que fue un Super Ser religioso de muy alto nivel,

Hay un Abismo de espacio entre las lecciones religiosas y nuestro mundo, necesitamos crear un camino espiritual mas asequible, que podamos, medir, disfrutar, crecer..

gracias amigo te felicito,, comparto tu pensar por estar en lo cierto y sí,,, es necesario que la humanidad despierte ya y comencemos a construir el mundo que queremos que nos conviene en verdad...saludos y bendiciones....
       
Excelente video. Salgamos de lacultura de la muerte.
Basta de matar animales inocentes, que buscan vivir y sufren igual que nosotros. Basta de contaminar y ,sobre todo, basta de vivir solo para consumir

El hombre se empezó a corromper a partir de la propiedad privada.

El capitalismo es solo una forma mas de dominación, al igual que el comunismo, el socialismo y la democracia también.

Propiedad privada, dominación, dinero, trabajo, corrupción, guerras, son facetas de un mismo problema: Homo homini lupus.

La única solución es hacernos cargo de nosotros mismos y de nuestra "pequeña" comunidad, concertando entre nosotros mismos como queremos vivir.

Y jamas dejando que un ser distante, mentiroso y corrupto (cualidades que llevan a tener poder y también que son acentuadas por el mismo) nos "imponga" miles de obligaciones de cuya creacion no has participado ni tu, ni yo ni nadie que tu o yo conozcamos personalmente.

Esto que digo se llama anarquismo y es lo contrario del caos (muy distinto a lo quieren las elites han propagandizado sobre la anarquía ya que esta su verdadero enemigo).

ENTRE OTRAS COSAS DICE EL PAPA FRANCISCO


«Laudato si’, mi’ Signore» – «Alabado seas, mi Señor», cantaba san Francisco de Asís.
 
En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos: «Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba».

Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla.
 
La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes.
 
Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto» (Rm 8,22). Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura


El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar.

El Creador no nos abandona, nunca hizo marcha atrás en su proyecto de amor, no se arrepiente de habernos creado. La humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común.

Deseo reconocer, alentar y dar las gracias a todos los que, en los más variados sectores de la actividad humana, están trabajando para garantizar la protección de la casa que compartimos.
 
Merecen una gratitud especial quienes luchan con vigor para resolver las consecuencias dramáticas de la degradación ambiental en las vidas de los más pobres del mundo. Los jóvenes nos reclaman un cambio.

Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos.

Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos.

El movimiento ecológico mundial ya ha recorrido un largo y rico camino, y ha generado numerosas agrupaciones ciudadanas que ayudaron a la concientización.
 
Lamentablemente, muchos esfuerzos para buscar soluciones concretas a la crisis ambiental suelen ser frustrados no sólo por el rechazo de los poderosos, sino también por la falta de interés de los demás.
 
Las actitudes que obstruyen los caminos de solución, aun entre los creyentes, van de la negación del problema a la indiferencia, la resignación cómoda o la confianza ciega en las soluciones técnicas.

Necesitamos una solidaridad universal nueva. Como dijeron los Obispos de Sudáfrica, «se necesitan los talentos y la implicación de todos para reparar el daño causado por el abuso humano a la creación de Dios

Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades.

Espero que esta Carta encíclica, que se agrega al Magisterio social de la Iglesia, nos ayude a reconocer la grandeza, la urgencia y la hermosura del desafío que se nos presenta.
 
En primer lugar, haré un breve recorrido por distintos aspectos de la actual crisis ecológica, con el fin de asumir los mejores frutos de la investigación científica actualmente disponible, dejarnos interpelar por ella en profundidad y dar una base concreta al itinerario ético y espiritual como se indica a continuación.

A partir de esa mirada, retomaré algunas razones que se desprenden de la tradición judío-cristiana, a fin de procurar una mayor coherencia en nuestro compromiso con el ambiente.
 
Luego intentaré llegar a las raíces de la actual situación, de manera que no miremos sólo los síntomas sino también las causas más profundas.

Así podremos proponer una ecología que, entre sus distintas dimensiones, incorpore el lugar peculiar del ser humano en este mundo y sus relaciones con la realidad que lo rodea.
 
A la luz de esa reflexión quisiera avanzar en algunas líneas amplias de diálogo y de acción que involucren tanto a cada uno de nosotros como a la política internacional.
 
Finalmente, puesto que estoy convencido de que todo cambio necesita motivaciones y un camino educativo, propondré algunas líneas de maduración humana inspiradas en el tesoro de la experiencia espiritual cristiana.

Si bien cada capítulo posee su temática propia y una metodología específica, a su vez retoma desde una nueva óptica cuestiones importantes abordadas en los capítulos anteriores.

Esto ocurre especialmente con algunos ejes que atraviesan toda la encíclica.
Por ejemplo: la íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta, la convicción de que en el mundo todo está conectado, la crítica al nuevo paradigma y a las formas de poder que derivan de la tecnología, la invitación a buscar otros modos de entender la economía y el progreso, el valor propio de cada criatura, el sentido humano de la ecología, la necesidad de debates sinceros y honestos, la grave responsabilidad de la política internacional y local, la cultura del descarte y la propuesta de un nuevo estilo de vida.
 
Estos temas no se cierran ni abandonan, sino que son constantemente replanteados y enriquecidos.

Existen formas de contaminación que afectan cotidianamente a las personas.

La exposición a los contaminantes atmosféricos produce un amplio espectro de efectos sobre la salud, especialmente de los más pobres, provocando millones de muertes prematuras.

Se enferman, por ejemplo, a causa de la inhalación de elevados niveles de humo que procede de los combustibles que utilizan para cocinar o para calentarse.

A ello se suma la contaminación que afecta a todos, debida al transporte, al humo de la industria, a los depósitos de sustancias que contribuyen a la acidificación del suelo y del agua, a los fertilizantes, insecticidas, fungicidas, controladores de malezas y agrotóxicos en general.
 
La tecnología que, ligada a las finanzas, pretende ser la única solución de los problemas, de hecho suele ser incapaz de ver el misterio de las múltiples relaciones que existen entre las cosas, y por eso a veces resuelve un problema creando otros.

Hay que considerar también la contaminación producida por los residuos, incluyendo los desechos peligrosos presentes en distintos ambientes.  

Se producen cientos de millones de toneladas de residuos por año, muchos de ellos no biodegradables: residuos domiciliarios y comerciales, residuos de demolición, residuos clínicos, electrónicos e industriales, residuos altamente tóxicos y radioactivos.
 
La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería.

En muchos lugares del planeta, los ancianos añoran los paisajes de otros tiempos, que ahora se ven inundados de basura.

Tanto los residuos industriales como los productos químicos utilizados en las ciudades y en el agro pueden producir un efecto de bioacumulación en los organismos de los pobladores de zonas cercanas, que ocurre aun cuando el nivel de presencia de un elemento tóxico en un lugar sea bajo.
 
Muchas veces se toman medidas sólo cuando se han producido efectos irreversibles para la salud de las personas.

Estos problemas están íntimamente ligados a la cultura del descarte, que afecta tanto a los seres humanos excluidos como a las cosas que rápidamente se convierten en basura.

Advirtamos, por ejemplo, que la mayor parte del papel que se produce se desperdicia y no se recicla.

Nos cuesta reconocer que el funcionamiento de los ecosistemas naturales es ejemplar: las plantas sintetizan nutrientes que alimentan a los herbívoros; estos a su vez alimentan a los seres carnívoros, que proporcionan importantes cantidades de residuos orgánicos, los cuales dan lugar a una nueva generación de vegetales.

En cambio, el sistema industrial, al final del ciclo de producción y de consumo, no ha desarrollado la capacidad de absorber y reutilizar residuos y desechos.

Todavía no se ha logrado adoptar un modelo circular de producción que asegure recursos para todos y para las generaciones futuras, y que supone limitar al máximo el uso de los recursos no renovables, moderar el consumo, maximizar la eficiencia del aprovechamiento, reutilizar y reciclar.

Abordar esta cuestión sería un modo de contrarrestar la cultura del descarte, que termina afectando al planeta entero, pero observamos que los avances en este sentido son todavía muy escasos.


A nivel global, es un sistema complejo relacionado con muchas condiciones esenciales para la vida humana.


Hay un consenso científico muy consistente que indica que nos encontramos ante un preocupante calentamiento del sistema climático.

En las últimas décadas, este calentamiento ha estado acompañado del constante crecimiento del nivel del mar, y además es difícil no relacionarlo con el aumento de eventos meteorológicos extremos, más allá de que no pueda atribuirse una causa científicamente determinable a cada fenómeno particular.

La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan.

Es verdad que hay otros factores (como el vulcanismo, las variaciones de la órbita y del eje de la Tierra o el ciclo solar), pero numerosos estudios científicos señalan que la mayor parte del calentamiento global de las últimas décadas se debe a la gran concentración de gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano, óxidos de nitrógeno y otros) emitidos sobre todo a causa de la actividad humana.

Al concentrarse en la atmósfera, impiden que el calor producido por los rayos solares sobre la superficie de la tierra se disperse en el espacio.

Esto se ve potenciado especialmente por el patrón de desarrollo basado en el uso intensivo de combustibles fósiles, que hace al corazón del sistema energético mundial.
 
También ha incidido el aumento en la práctica del cambio de usos del suelo, principalmente la deforestación para agricultura.

 A su vez, el calentamiento tiene efectos sobre el ciclo del carbono.
 
Crea un círculo vicioso que agrava aún más la situación, y que afectará la disponibilidad de recursos imprescindibles como el agua potable, la energía y la producción agrícola de las zonas más cálidas, y provocará la extinción de parte de la biodiversidad del planeta.

El derretimiento de los hielos polares y de planicies de altura amenaza con una liberación de alto riesgo de gas metano, y la descomposición de la materia orgánica congelada podría acentuar todavía más la emanación de dióxido de carbono.

A su vez, la pérdida de selvas tropicales empeora las cosas, ya que ayudan a mitigar el cambio climático.

La contaminación que produce el dióxido de carbono aumenta la acidez de los océanos y compromete la cadena alimentaria marina.

Si la actual tendencia continúa, este siglo podría ser testigo de cambios climáticos inauditos y de una destrucción sin precedentes de los ecosistemas, con graves consecuencias para todos nosotros.

El crecimiento del nivel del mar, por ejemplo, puede crear situaciones de extrema gravedad si se tiene en cuenta que la cuarta parte de la población mundial vive junto al mar o muy cerca de él, y la mayor parte de las megaciudades están situadas en zonas costeras.

El cambio climático es un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad.

Los peores impactos probablemente recaerán en las próximas décadas sobre los países en desarrollo.

Muchos pobres viven en lugares particularmente afectados por fenómenos relacionados con el calentamiento, y sus medios de subsistencia dependen fuertemente de las reservas naturales y de los servicios ecosistémicos, como la agricultura, la pesca y los recursos forestales.

No tienen otras actividades financieras y otros recursos que les permitan adaptarse a los impactos climáticos o hacer frente a situaciones catastróficas, y poseen poco acceso a servicios sociales y a protección.

Por ejemplo, los cambios del clima originan migraciones de animales y vegetales que no siempre pueden adaptarse, y esto a su vez afecta los recursos productivos de los más pobres, quienes también se ven obligados a migrar con gran incertidumbre por el futuro de sus vidas y de sus hijos.
 
Es trágico el aumento de los migrantes huyendo de la miseria empeorada por la degradación ambiental, que no son reconocidos como refugiados en las convenciones internacionales y llevan el peso de sus vidas abandonadas sin protección normativa alguna.
 
Lamentablemente, hay una general indiferencia ante estas tragedias, que suceden ahora mismo en distintas partes del mundo.


La falta de reacciones ante estos dramas de nuestros hermanos y hermanas es un signo de la pérdida de aquel sentido de responsabilidad por nuestros semejantes sobre el cual se funda toda sociedad civil.

Muchos de aquellos que tienen más recursos y poder económico o político parecen concentrarse sobre todo en enmascarar los problemas o en ocultar los síntomas, tratando sólo de reducir algunos impactos negativos del cambio climático.

Pero muchos síntomas indican que esos efectos podrán ser cada vez peores si continuamos con los actuales modelos de producción y de consumo.
 
Por eso se ha vuelto urgente e imperioso el desarrollo de políticas para que en los próximos años la emisión de dióxido de carbono y de otros gases altamente contaminantes sea reducida drásticamente, por ejemplo, reemplazando la utilización de combustibles fósiles y desarrollando fuentes de energía renovable.

En el mundo hay un nivel exiguo de acceso a energías limpias y renovables. Todavía es necesario desarrollar tecnologías adecuadas de acumulación.

Sin embargo, en algunos países se han dado avances que comienzan a ser significativos, aunque estén lejos de lograr una proporción importante.

También ha habido algunas inversiones en formas de producción y de transporte que consumen menos energía y requieren menos cantidad de materia prima, así como en formas de construcción o de saneamiento de edificios para mejorar su eficiencia energética.

Pero estas buenas prácticas están lejos de generalizarse.

 

 

2 comentarios:

  1. En el mundo hay un nivel exiguo de acceso a energías limpias y renovables. Todavía es necesario desarrollar tecnologías adecuadas de acumulación.


    Sin embargo, en algunos países se han dado avances que comienzan a ser significativos, aunque estén lejos de lograr una proporción importante.


    También ha habido algunas inversiones en formas de producción y de transporte que consumen menos energía y requieren menos cantidad de materia prima, así como en formas de construcción o de saneamiento de edificios para mejorar su eficiencia energética.


    Pero estas buenas prácticas están lejos de generalizarse.

    ResponderBorrar